Truco para limpiar marmol


Muchas casas, lavabos y  cocinas cuentan con una encimera que estará realizada en mármol, un mineral que es muy resistente y que además permite que durante muchos años lo podamos utilizar si cuidamos de limpiarlo a diario y además no dejamos que se vaya manchando o que de hecho se acabe erosionando.

La limpieza del mármol es algo sencillo ya que podemos conseguir que se mantenga siempre resplandeciente si nos acostumbramos a limpiarlo a diario con un paño que esté limpio y humedecido en agua y jabón y después lo secamos con otro paño.
Por otro lado con el paso de los años y debido al contacto con alimentos que contengan zumo puede ser que el mármol de nuestra cocina se vea amarillento o comience a perder su blanco original, es por ello que para poder conseguir recuperar su brillo podemos optar por limpiarlo con un poco de vinagre y agua.

Las manchas que veámos más amarillentas las tratamos con esta mezcla y además lo aplicamos con un pequeño cepilño dental de modo que podamos atacar directamenta sobre la zona que esté afectada. Tras aplicar el vinagre y el agua secamos con un paño limpio.Hay que decir que el vinagre contiene ácido acético y que aplicado directamente y sin que esté rebajado con agua puede ser que en lugar de recuperar el brillo de la superfície que estemos tratando se acabe por “comer” el color original por lo que cabe advertir que tendremos  que utilizarlo con mucho cuidado.

El mármol es un material que permite el uso de varios productos o “trucos” para que lo podamos dejar limpir como por ejemplo aplicar agua de sosa caliente y eso sí, después enjuagada con abundante agua clara.Con media taza de agua oxigenada y unas gotas de limón podemos conseguir limpiar el mármol si extendemos esta mezcla con una esponja. Dejamos que la mezcla actúe durante toda la noche y después retiramos con agua abundante y un trapo o paño limpio.Si queremos recuperar ese dibujo que parece de agua y que vemos en muchas piezas de mármol podemos optar por elegir un chorro de detergente líquido, un poco de gasolina y una nuez de cera incolora.

En primer lugar lavamos el mármol con agua y detergente líquido. Para eliminar surcos y manchas, se impregna un paño de algodón en un poco de gasolina y se frota con él la superficie del mármol. Se aclara con agua y sécalo. Para darle brillo, se aplica sobre toda su superficie una cera blanca incolora y se saca brillo con un trapo de algodón.
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